julio 22, 2011

Teodoro Alejandría

Hace unas semanas, nuestro compañero Alfredo Mires visitó a Teodoro Alejandría, comunero Coordinador del Sector de la Culluna, al suroeste de la provincia de Cutervo.
Alfredo nos contó después del ánimo ejemplar que muestra Teodoro en sus andares.
Aunque algunas comunidades del área han perdido el interés en continuar con sus bibliotecas, el esfuerzo persiste en lugares como Conday, Chipuluc o la propia Culluna.
Teodoro anima a la lectura en las reuniones de las Rondas Campesinas –una vez al mes– y cada vez que los jóvenes se reúnen a hacer deporte en las canchas de las comunidades.
Han programado con los ronderos lo que están llamando La Hora Cultural: “Ahí damos alcances sobre el valor de la lectura –cuenta Teodoro–, conversamos sobre los libros que hemos leído y damos alguna charla de lo que hemos aprendido”.
Los comuneros están empeñados en empezar con el rescate de sus tradiciones más antiguas, animados por Teodoro y los bibliotecarios rurales: “Queremos que se comprenda, por ejemplo, la tradición de los farbulitos (como se le llama a un niño cuando muere, convertido en angelito); que se respeten sitios como la tacshana (el lugar donde se lava la ropa de los difuntos)”.
Como dijera la escritora nicaragüense Gioconda Belli, “La solidaridad es la ternura de los pueblos”. Empeños como el de Teodoro nos dicen que el camino es largo, pero vale la pena andarlo.

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