julio 08, 2011

Juan presente

Tomando una expresión del poeta César Vallejo, en 1975 Juan Medcalf –fundador de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca– publicó “Hombres humanos: la dimensión liberadora en la literatura peruana”.
El libro estaba dedicado a la comunidad de Llaucán, donde había vivido sus primeros años en la sierra cajamarquina y en la que se guardaba el recuerdo de la masacre que sufrieron los campesinos en 1914.
En 1978 apareció la segunda edición del libro: esta vez estaba dedicado “A los Mártires de Huacataz – Masacrados el 28 de diciembre de 1977”. Para entonces, esta comunidad había formado parte de la parroquia de Juan y acompañó a los comuneros desde adentro.
En la introducción, había escrito:
Negamos la opinión de que el arte auténtico existe para los reducidos círculos de intelectuales que residen en las grandes capitales del mundo; adoptamos más bien la postura de que la mayor parte de las obras maestras producidas a lo largo de la civilización humana también han sido destinadas a servir a las grandes masas populares, motivándoles a liberarse de las injusticias y de la servidumbre propias a su lugar y época.
Han pasado muchos años de la publicación de ese libro. Y hoy se cumplen nueve años de la partida de Juan, pero su ánimo sigue presente entre nosotros. Más aún ahora, cuando sobran aquellos que venden su palabra y desprecian a los suyos, en nombre de saqueos que aparentan mecenazgos.
La coherencia es un bien que no sufre de oxidación ni olvido.

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