mayo 16, 2011

¡Papas!


El año pasado, en una feria agropecuaria, los comuneros de Cutervo lograron identificar casi 2 000 variedades de papas cultivadas en su territorio.
Esto no sólo confirma la extraordinaria biodiversidad existente en el país –que puede sonar como mero concepto–, sino la capacidad de los saberes de la población campesina.
Pero es más que duro persistir, sobre todo si el impagable trabajo que significa la agricultura, no es enaltecido como corresponde –en todas sus dimensiones– ni respetado en los más elementales criterios.
Caminando por los campos de Cutervo, pudimos participar de la fiesta que significa la saca de papas… aunque en algunos casos es la tristeza.
Con precios completamente desprotegidos, un kilo de papa baja a 20 centavos de sol. Luego menos, y menos… hasta que ya no resulta rentable ni siquiera cosechar. La inversión de la siembra no alcanza a compensarse y los medios tampoco alcanzan para pagar los trabajos de saca. Y se tiene que dejar a las papitas bajo tierra.

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